viernes, 17 de julio de 2009

El ONCE y su dos por ciento


... Camina que te camina por el carrer Major de LLEIDA, uno se encuentra con su buen amigo CHOCHE, socio fundador de la otrora invencible triple CH. El mozalbete estaba parado delante de un kiosko donde venden el cupón.

- Es que estamos haciendo un corto- me dice. -Tengo que hacer que vengo a comprar y me toca.-

Entonces, como es habitual decido dármelas de gracioso. -Mira, le digo, así quedará creíble.- Y es cuando decido gastar un euro de esos que me paga el Estado Español en comprar un rasca.

Lo divertido es cuando procedo a descubrir qué oscuros secretos tiene ese billete para mí, y resulta que me han tocado cinco euros.



Al margen de la lección interpretativa que le di a mi amigo, me quedé con la siguiente copla. De cada serie de cupones como el que me compre sacan diez millones a la venta. Premiados con cinco euros sólo hay doscientos mil. Eso quiere decir que la probabilidad de que me toque un premio como ése es del 2%. Pequeña, ¿verdad? Pues en esas pequeñeces conviene empezar a moverse. Que la próxima vez que me enfrente a un casting con más de treinta personas delante para un único papel, empiece a creerme que me puede tocar. Que cosas más difíciles han pasado.

Ojalá me hubieran tocado los diez mil euros de premio (hay diez mil posibilidades menos), porque entonces estaría filosofísimo de la guay (además de ciego de cerveza) lanzándoos a los cuatro vientos el mensaje de que todo es posible. Pero vaya. Como análisis estadístico, éste no está mal...

martes, 14 de julio de 2009

Esas mañanas tan largas


... Hay mañanas de facebook, de cama y de sordina. Mañanas de nada, de vacío, de hastío, de holgazanería, de mierda.


Afortunadamente, hay otro tipo de mañanas. Son esas mañanas en las que un actor, yo en este caso, apura su desayuno dando vueltas a internet. Busca y piensa, se introduce en las páginas más inverosímiles, como la Universidad Católica del Uruguay, o un extraño sindicato, piensa en los entresijos de ser apoderado de sucursal bancaria en una extraña ciudad, piensa en peinados de los años 80, en lugares donde pudo conocer a su mujer, se plantea si la vida le parece justa o simplemente es una gran farsa en la que él ocupa un lugar destacado también.


Después, este hombre, este actor, tiene que ir a comprar, pero cuando sale a la calle procura que sea ese personaje del que todavía sabe tan poco el que vea las cosas que se va encontrando por la calle, el que juzgue, quien reaccione, el que se sorprenda o se indigne del espectáculo cotidiano. Busca en el emule, cambia su música actual por lo más techno de lo techno, o por VÍCTOR JARA, trata de hacerse con lo que oiría él. Sale a correr, pero trata de imaginarse que está en otro cuerpo y con otra forma física, que entrena por algo, o por nada, o que nunca lo volverá a hacer.




Son mañanas como ésta, en la que no voy sólo yo dentro de mí, sino que otra personita anida dentro de mí y tengo que saber escucharla a ver qué me dice. Las echaba de menos...


lunes, 13 de julio de 2009

El hombre, la máquina, y la madre que lo parió


... Muchas veces, el ser humano tiene la oportunidad de demostrar su valía enfrentándose a complejos desafíos de la naturaleza. Cosas como subir una montaña, superar tus límites físicos, caminar durante horas...
Otras veces la lucha es tan encarnizada como el hombre contra la máquina. La hemos visto llevada al cine en multitud de ocasiones, con grandes héroes dando lo mejor de sí mismos.

Pero cuando el hombre se emperra en una cruenta batalla contra un taladro, tacos y un puñado de tornillos... eso es muy mala señal. Suele querer decir, a) que tiene las que perder, y b) que habilidoso lo que se dice habilidoso no es que sea.
Y en esas me las vi yo el fin de semana pasado. Un día entero para colgar cuatro cosas en el piso. Maldiciendo, sudando, viendo como mi trabajo era estéril (para arreglar una cosa me cargaba dos), casi llorando de impotencia... Se ve que el bricolaje no es lo mío.
Entre medias me fui a hacer un casting para una peli, en Madrid, pero con tan mala hostia que dudo mucho que me digan algo positivo.
En fin, que tras mucho padecer, la casa está casi montada. Espero que las paredes sigan en pie cuando llegue.

jueves, 9 de julio de 2009

Los dos idiomas oficiales del aeropuerto de Mallorca

... Vayan de antemano mis disculpas por la pésima calidad de la imagen. Lo que pretendí reflejar es lo que te puedes encontrar en el aeropuerto de Palma de Mallorca en unos mostradores. La información está en mallorquín y en alemán. Ya no es que no esté el español, es que ni el inglés tiene sitio ya. Mallorca es otro mundo.
Cuando el BARÇA le marcó el cuarto gol al BAYERN DE MÜNICH, FANY y yo lo celebramos, y el resto del bar se nos volvió con cara de pocos amigos. Creo que esto ya lo conté.
Pero así son las Islas Baleares...

lunes, 6 de julio de 2009

Así se sortea la crisis en Madrid




Un esqueleto dibujado en una pared del metro. Cara de moribundo. De su cabeza brota un pensamiento... el paro me mata. Y otra persona hace una pintada al lado... pues curra cabrón.


Otro cartelito de interés situado en una parada de autobús. No creo que haga falta que transcriba el texto. La manera de sortear la crisis parece sencilla...

viernes, 3 de julio de 2009

Mi primer día en Madrid, o yo quiero ser como JAVITO PARIPÉ

... Ya estamos aquí. Los primeros pasos por Madrid están siendo una concatenación de experiencia agradables. Unos debe de llevar puesta cara de estreno, que debe ser como la de enamorado pero con un grado de gilipollez menor, porque me da saludos el frutero, me habla de fútbol el camarero donde me tomo el primer cortao, que resulta que le cae muy bien el ZARAGOZA, me abre la persiana para comprar unas cervezas un dependiente que ya se iba a comer, me saluda la china del todo a cié...
Igual es eso, uno (dos) que están de estreno, porque sólo nos pasan cosas agradables. Y eso tiene mérito, porque hemos pasado más horas deambulando por los pasillos del IKEA que por cualquier otro lugar.

Pero yo quiero ser como JAVITO PARIPÉ. Mi buen amigo, que tiene el honor de haber pasado con nosotros el primer día en la capital. Resultó que al pobre le teníamos que hacer entrega de un DVD que grabé para una movida en la que él participa. Le hicimos ir al IKEA, estar horas y horas pateando, después hubo que ir en coche a buscar a otra chica, la carretera estaba cortada, él no sabía llegar, nos perdimos un montón de veces... pero JAVITO PARIPÉ lo tomaba como una aventura. Paraba cada cierto tiempo, nos comentaba sus planes, sus impresiones, se reía... un tipo genial capaz de permanecer plácido y no estresarse. Qué envidia me da...

Y su saber estar tuvo su recompensa; obtuvimos una cena brutal en un bar... ¡¡¡dónde ponen ÁMBAR!!! Ya tengo un sitio al que ir. Encima, al aparcar, topamos con nuestro primer famoso en MADRID, ya que le cedí el paso con el coche a un afamado futbolista del Real.
Pues eso... iré contándoos las experiencias de dos pavos que estrenan hogar. Quizá un día hable del IKEA porque conocimiento al respecto no me falta.
Solamente deciros que estrenar un piso es una cosa acojonante. Y que aquí os estaremos esperando. Las puertas están abiertas...

miércoles, 1 de julio de 2009

El señor vinagre...

... No, no hago publicidad del espectáculo del XIP XAP. Hablo de mí, que hace días que no lo hacía.

El caso es que seguro que los que me leéis, como me conocéis tendréis la imagen de mí que tiene todo el mundo, o casi. Si no sois mi madre ni mi novia, si no convivís conmigo más de diez horas al día (aquí por tanto entran también los compañeros de gira), no lo habéis notado. Pero yo, que soñaba con desprender flores y azahar, últimamente desprendo vinagre.


Cada día con peor humor, más intolerante, menos cariñoso... más juez para sacar la cuenta de los errores ajenos, de pretender que se cumpla un extraño sistema de justicia, el mío, yoyoyo y yo...
No sé si es que me hago viejo, me doy cuenta de que estoy bastante más lejos de lo que siempre quise ser de lo que estoy dispuesto a asumir.
Es difícil darse cuenta de cómo es uno en realidad, y de que se oscurece, tiene más zonas oscuras que de luz en ocasiones. Veo a ese chiquito que empezaba a vivir, recién pasados los 20 años, y ya no soy el mismo. Quizá tampoco tenga que serlo. Quizá aceptando lo que hay ahora, dónde he llegado y dónde no, no me haga falta soltar tanta pus. Y haré menos daño. O si he de seguir teniendo vinagre, por lo menos, que sea de MÓDENA...