domingo, 27 de febrero de 2011

Una de excusas varias...


... He vuelto al mundo del fútbol. Pero no es esto de lo que os quería hablar, ni siquiera hoy que he anotado mi primer gol (mañana me pasaré por el campo a ver si recupero mi uña derecha, que aún está incrustada al balón).
El caso es que, echando la clásica cervecita de después (algunos maricas echan AQUARIUS), estaban retransmitiendo el HUESCA - RAYO VALLECANO en la radio del bar.
4 - 1 pa los oscenses, por cierto (menos mal que alguien me hace presumir de ARAGÓN). Y resulta que, como sea que con el caso de la NUEVA RUMASA los jugadores del RAYO levan toda la temporada sin cobrar, la presidenta del equipo de mi barrio estaba descontenta, la pobre. Dice que le parece indignante que los jugadores estén protestando, cuando en 20 años, es la primera vez que la familia RUIZ MATEOS ha dejado de pagar.
Sin entrar en consideraciones sociales (hay gente que me duele más que no cobre), me parece fantástica la argumentación de la susodicha.
Me han entrado ganas de llegar a mi casa, coger a mi mujer, darle una paliza, dejarla medio muerto e irme al bar a tomar una cerveza. Y cuando me diga algo la Policía, o ella misma, si no le parto la boca, decirle... JODER, PA UNA VEZ QUE TE PONGO LA MANO ENCIMA EN VEINTE AÑOS DE CASADOS...
Quizá esta semana mande el trabajo a tomar por el culo y me quede en casa leyendo un libro de taoismo, o toquiñeándome (con cariño) la banana. Y que me diga algo mi jefe. JODER, TÍO, PA UNA SEMANA QUE NO TRABAJO TE PONES ASÍ, CÓMO ERES.
Lo cierto es que cada día se escuchan excusas mejores (y como tengo una mano en el libro y la otra ya sabéis dónde, no voy a tirar la primera piedra).
Me gusta ser coherente y consciente de mis e/ho rrores, que son muchos (alguna vez hablaré de ellos, preparaos para leer semanas enteras). Son muchos, y me gusta, como suelen decirme a menudo, no tropezar con la misma piedra, sino guardármela en el bolsillo para fostiarme con ella cuando me plazca.
Pero de ahí a este VALE TODO en el que nos hemos instalado. En fin...

Hasta mi próximo error. Hasta dentro de un rato.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Sorpreeeeeeesa!!!

... Siempre había deseado tener una fiesta sorpresa. Pero claro, queda raro. Quiero decir. A ver cómo le explicas a alguien que quieres que te dé una sorpresa, pero que tiene que ser sorpresa, si lo haces no sorprende, ¿no?
Así que bueno, uno se va persignando, incluso acude a las fiestas sorpresa de otros, con cierto romanticismo, con la ilusión de ser un día el que apague las velas.
Entonces un día abres la puerta de tu casa y te encuentras dentro, a oscuras, de pie, a un buen puñado de amigos (los que has podido recolectar en cuatro meses y que parece que lleven toda la vida a tu lado), mientras tu novia, fuera (con la que llevas cuatro meses y deseas que se convierta en una eternidad) sonríe. Y rodeado de ese buen puñado de gatos y algún cheposo perdido por la capital, te das cuenta de que merece la pena. Uno recoge lo que siembra, dicen, y bien debo haber sembrado, aunque a veces no me haya dado cuenta, ciertamente, o tenga en mi corazón dudas razonables de que no.
Les doy las gracias, a todos ellos. Incluso a algunos que no estuvieron. Ya he tenido mi fiesta de cumpleaños. Ahora quedan muchos sueños más por cumplir, pero para esos me parece que tengo que ponerme un poco las pilas...