viernes, 25 de junio de 2010

Subidón...


... Darán hoy las ocho de la tarde. Se hará oscuro. Yo estaré embutido, entre una cortina y otra cortina, en el lateral izquierdo. Se ahogarán las últimas toses. Sonará una hermosa música de cámara.
Entonces oiré a nuestro protagonista, un actor tan bueno como lamentablemente desconocido, regalarle al público sus primeras palabras. Allí estará también aquel actor que se ha convertido en amigo, en gran amigo (y no suele ser lo corriente). Y los dos matones que le acompañan, que merecerían tener una obra ellos solos.
Respiraré hondo. Todo habrá comenzado. Me quedarán cinco actos hasta decir mis primeras palabras. Hoy diré pocas. Pero antes sonreiré como un tonto al oír a mi antigua profe (qué de vueltas da la vida) y a la pedazo de actriz que se ha aprendido un texto en un mes. Y no sólo aprendérselo, sino bordarlo. Oiré su escena, quizá la más bonita de toda la obra. Estaré disfrutando tanto...
Otra barbaridad de actriz estará llorando, no muy lejos de mí. Me quedaré también un rato admirando su ritual, en silencio. Saldrá en el acto tres, con el tío que hace mi papel favorito, y que tanto me gusta como actor...
Me quedará poco. Me acercaré a la voz más prodigiosa que he oído jamás y al argentino de quien tantas cosas debería aprender, saldré a escena.
Un holandés sonreirá entre el público. Como también lo hará su esposa.
Una preciosa criatura de diecisiete años repartirá las entradas... Pero el viernes que viene será ella la que esté arriba, disfrutando con nosotros.
Será una noche especial... Acabará. Nos abrazaremos todos, felices. Entonces ellos se irán de cañas, y yo lamentablemente, cogeré mi coche, me fumaré un puro y me tendré que ir a ZARAGOZA. Mañana me esperan unos niños. Sonreiré durante trescientos kilómetros recordando una de las noches más bonitas de los últimos tiempos...

martes, 8 de junio de 2010

Cuidado: vendedores.


... Me convocan el otro día en MADRID para una entrevista de trabajo. Acudo a sus oficinas. Se trata de una empresa innovadorísima, que ha fabricado unas cacerolas que permiten cocinar sin agua. Son tan increíbles que el cliente tiene que desembolsar 2.400 euros de nada para que su vida cambie para siempre.
Cuando me comienzan a explicar todo pinta de maravilla. Mis clientes serán más sanos, vivirán mejor. Ahorrarán una pasta en electricidad y agua.
Ante tantos beneficios para el cliente, ardo en deseos de saber cuáles serán los míos... Asqueroso materialista de mí. Yo que pensaba que me ganaría un sueldo... Esta empresa es tan maravillosa, y yo tan desgraciado que me está ofreciendo, no un sueldo por mi trabajo, sino la oportunidad, LA GRAN OPORTUNIDAD de trabajar seis meses de nada a prueba con ellos (sólo queremos a los mejores, chico) y si lo hago bien... ¡¡¡me regalan las cacerolas!!!
Tan orgulloso está el pez gordo comercial de la suculenta oferta que me está haciendo, que no consigue entender que me vaya y menos aún que no me interese la oferta. ¿Me estaré convirtiendo en un cochino materialista?

martes, 1 de junio de 2010

Gentuza

... Esta gentuza para tres meses en verano y otro en Navidad. Se han bajado el sueldo un 15% y seguirán cobrando todos por encima de los 4.000 euros al mes (sin contar dietas, coches oficiales, cursos y pensiones vitalicias). Esta gentuza el otro día se concienciaba para ir a trabajar porque había una votación importante y se podía perder por un voto. ¡¡¡Tienen que concienciarse para no faltar a trabajar!!!
Esta gentuza se podía haber quedado en su casa, por mucho que me parezca indignante el espectáculo del Parlamento vacío que nos suelen ofrecer sus Señorías.
Para ver lo que vi... A unos mamarrachos inútiles, de esos que no tienen ni pajolera idea de qué hacer con nuestra crisis, aplaudir y jalear al inútil mayor, después de que éste anunciara que iba a rebajar sueldos, pensiones... todo lo reducible (de nuestra parte, claro) para abaratar.
Los otros, los incapaces, los que perdieron las elecciones de 1982 por culpa del 11M, los expertos en excusas y en retórica, armaban barullo. Cual madres de la plaza de mayo o corraliteros en plena cacerolada. Como no tienen qué decir ni qué hacer, más vale armar jaleo, gritar, insultar e impedir que se tenga que hablar en el Congreso, que no lo saben hacer.
El Presidente del Congreso les llamó la atención... ¿ésta es la imagen que quieren dar a los ciudadanos? Sí señor. Es la mejor que saben dar. Una gentuza más propia de pelea de bar o de grada futbolera que de alto debate político. Una gentuza para la que la crisis no existe, sólo es una amenaza/oportunidad política, pero el ciudadano, está claro que les da igual.
¿De verdad les vas a votar?