viernes, 14 de agosto de 2009

Quan no teniem hogar



... Mi relación con FANY empezó en el asiento de atrás de mi coche. Me sé de alguno que va a quedar decepcionado. No me refiero a eso.

Fue quizá la época más bonita. A diferencia de ahora, no teníamos casa donde estar. Entonces buscábamos la manera de estar juntos. Íbamos a cualquier bar, cogíamos bocadillos, y buscábamos cualquier carretera. Allí, en cualquier pueblo de los alrededores, o incluso en cualquier playa, parábamos, cenábamos, y allí bajo las estrellas (parece que están de moda últimamente en este blog) pasábamos la noche. Creo que FANY y yo hablamos más en esas noches que en los meses posteriores. Sueños, miedos, pasado, futuro... Nos conocimos así. Luego yo tenía que irme a actuar, pongamos a la cinco, y entonces eran las cuatro y media cuando la dejaba en casa. No importaba el tiempo, ni qué hacer mañana.

Ahora tenemos casa, y sitio donde dormir juntos. Pero nada me quita la sensación de haber vivido con ella la etapa más bonita que nunca me dio una mujer. Quizá sea bueno acordarse de cuando no teníamos nada, pero nos bastaba con nosotros. Ser felices y valorar la suerte que tenemos de conocernos, de querernos. A veces es bueno apostar por lo sencillo. Apostar por nosotros. Te quiero.

jueves, 13 de agosto de 2009

Y SAN LORENZO se descojonó...


... Lo bueno de tener una madre hippie es que ahora tengo una fuente de información más de las cosas. Así, la otra noche me llama para decirme que si voy a ver la lluvia de estrellas, las lágrimas de San Lorenzo.
Le digo que sí, al fin y al cabo el plan promete, ver estrellas fugaces pasar, escuchar el silencio alejado de la ciudad y, por qué no, algún que otro revolcón.
Los planes no se concretan, porque mi esposa no se encuentra en muy buen estado. Mañana tiene que despertarse a las seis y media (es lo que tiene traer el dinero a casa) y no va a formar parte de la expedición.
Así, me voy yo solo con la ilusión de ver algo especial.
Elijo TORRELAMEU. Es un pueblo cercano, y de recuerdos magníficos, no en vano, allí tuve durante un año, otra familia. Tiro de memoria y me meto por los campos por donde iba a correr.
Me tiro en el suelo. Qué de paz. Qué silencio. Qué barbaridad de estrellas fugaces. Lo menos he visto cero en media hora. Sigo esperando. Silencio. ¿Silencio? ¿Qué es ese zumbido? ¿Un coche por aquí? No me jodas. No me irá a atropellar... Me vengo más aquí. Mierda. ¿Qué he pisado? Se movía... ¿Te quieres calmar? Mira que eres gallina, anda, relájate y mira las estrellas. No veo ni una. Putos mosquitos. Se podían picar los cojones entre ellos. ¿Y ese ladrido? No será un perro. Imbécil, si no es un perro, qué va a ser que ladre. A ver. Calma. ¿Y si viene hacia aquí? Al fin y al cabo puede que esté vigilando este campo, y yo soy un intruso. Como me huela y me muerda...
Minutos después conduzco de vuelta a la ciudad. Se comenta que esa noche, en la comarca del Segre, nadie ha podido ver lágrimas. Que el Santo no ha llorado. Que el hombre, desde allí arriba, recostado en su parrilla, se estaba partiendo el pecho de la risa...

martes, 11 de agosto de 2009

Se fue una sonrisa...

... Cuando uno recibe una noticia así te da tiempo a sentir muchas cosas. Si lo abstraes de contexto, ha muerto una persona, un chico joven. Eso siempre es un drama. Mueren muchos cada día así. En la obra, en el tajo, en el coche... incluso podría irme yo, un día de estos, subido en un escenario, y no pasaría nada.
Sin embargo, como aficionado al fútbol, que soy, la noticia te pilla un poco más a traición. Al igual que pasó con MICHAEL JACKSON, que personas que de nada lo conocieron lloran y lloran aún. Recuerdo aquella final de Copa que nos dio en el Santiago Bernabeu, el partidazo que se marcó. Como con ANTONIO PUERTA, estoy triste. No lo estuve hace un año. Murió un futbolista, creo que del FIGUERES. La tristeza debería ser la misma, pero la prensa no nos la trajo a la puerta de nuestra casa, ni se movilizaron miembros del Gobierno, supongo.
Pero lo que quiero decir no va por aquí. Tampoco estoy de acuerdo con mucho pseudoprogre que frivoliza y hasta se ríe de tragedias así. Es como sí por ser famoso no fueras persona, ni tuvieras derecho a que te echen de menos.
Lo que me queda de DANI viendo sus fotos, es su sonrisa. Cómo no tenerla. Capitán del equipo de sus amores, a punto de ser padre, haciendo lo que le gusta... Ha muerto, sí, y recordaremos todos esa sonrisa y esa alegría. Por eso, si me muriese yo hoy, que puede ser, me gustaría ser recordado así. No me gustaría haber estado ayer de mal humor y quedarme con eso.
De vez en cuando alguien nos recuerda que por jóvenes que seamos, todo es tan eterno como lo sepamos vivir. Nunca seré capitán del ESPANYOL, pero si me pasara algo así, espero haber disfrutado tanto de lo que tengo como si hubiera ganado la Eurocopa. No lo conocí de nada. Pero es lo que me ha enseñado DANI. Un abrazo desde aquí...

lunes, 10 de agosto de 2009

Reflexiones ante un emparedado...

... Un hombre camina rumbo a su casa. Al hacerlo pasa por delante de una hamburguesería. No se trata de una cualquiera. Se trata de la que había en la zona de bares que el frecuentaba hace ya más de una década. El sitio donde tantas noches ha cenado, o recenado, o comido con ganas sólo por llenar un castigado estómago. El hombre percibe su olor. Rejuvenece diez años. Desea comerse una hamburguesa. El hombre está a dieta. Hace ejercicio. Quiere tener un aspecto más presentable. El hombre quiere. El hombre no debe.

Si el hombre sigue su camino, con el estómago vacío, pero el alma llena de recuerdos, si sufre una fuerte tentación, pero sabe dominarse y no caer en ella, ese hombre es un sabio.
Si el hombre entra en el restaurante, pide la hamburguesa que más le gustaba, la olfatea, se sienta en un parque, y vuelve a casa con su sabor entre los dientes, si sabe darse un capricho, no ser esclavo de sí mismo, y perdonarse un desliz, ese hombre es un sabio.

Y ahora léalo usted como quiera. Sobre cualquiera de las dos posibilidades habrá místicos y gurús que escribirán libros enteros. Buscaremos un referente, ese personaje tan carismático hubiera pasado de largo, o compraría la hamburguesa, y además unas patatas, y reforzaremos con ello nuestra decisión...Y pensaremos que es la correcta.
Así que quién se atreve a decirte que estás haciendo mal con eso que has decidido. Sigue adelante con tu camino, cómete esa hamburguesa, o hazte una buena serie de abdominales, y deja de leer chorradas como ésta. Que nadie te diga lo que tienes que hacer...


sábado, 8 de agosto de 2009

Echándome a la calle

... Tenemos algo de pueblerinos los zaragozanos. Somos ciudadanos empedernidos, nos encanta serlo, y yo desde que emigré, más que nunca.
Por esto, estos cuatro días, no he parado en casa. No hago otra cosa que echarme a la ciudad. Con cualquier excusa. Al zaragozano le gusta tener que ir a hacer gestiones al banco. O ir al médico. Tener unos papeleos pendientes. Le gusta y lo necesita. Porque así pasa arriba y abajo por el Paseo Independencia, y se encuentra con alguien siempre, seguro. Y al zaragozano le gusta conversar. El zaragozano es sociable. Y siempre hay un DERBI, o un CAFÉ DE LEVANTE, o el ínclito BEARÍN.
Cuando sale del café, ha pasado algo de tiempo, pero al zaragozano no le apura. Seguirá su camino, tal vez hasta dé un poco de rodeo por pasar por aquel o este rincón, sólo porque hace tiempo que no pasa. Se siente orgulloso de su ciudad, aunque sepa que hay muchas cosas que no funcionan... Cuando ha terminado sus gestiones pasa por otros lugares. Vuelve al café. El zaragozano necesita dos sesiones de café, una acompañado, otra sólo para él. El zaragozano puede pasar un buen rato, quizá una hora, sosegado, con el HERALDO, el MARCA, su libro... Al zaragozano le gusta mirar pasar a la gente desde su silla.
Cuando a mediodía, el zaragozano regresa a su hogar, sabe que ha aprovechado la mañana. Se siente feliz de ver y ser visto. De saludar y ser saludado. De ser un ser sociable en una ciudad sociable. El zaragozano no vive esta paz, ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Lleida, ni en Pucela. Por eso el ciudadano de Zaragoza come feliz. A la tarde volverá a salir a pasear...

lunes, 3 de agosto de 2009

Brutal


... Sé que esto es de mal gusto y que rompe el hasta ahora exquisito tono y contenido de mi blog. Pero es que, como dirían en su país, me cagué de risa al verlo.
Os cuento de que va. Se toma a una modelo, el programa es argentino, a una de esas chicas monas que pueblan nuestras pantallas, y que sin ser inteligentes, saber presentar o valer para actriz, están haciendo carrera. Se le dice que es tan guapa, tan bella, tan divina, que vale tanto, que le van a dar un programa, en la tarde, para ella sola. Entonces, en lo que se supone que es su primer programa, en directo, entrevista a un individuo como éste. El individuo en cuestión le asegura que le va a dedicar una canción y el resto... lo podéis ver. Fijaros en la cara de la tía. Disfrutadlo. Juajuajuajua.

Hollamos Catalunya


... Y allí sentado, en el techo de Catalunya, con un pie en Francia y el otro en España, bebiendo la tradicional lata de la cumbre, dos aragoneses orgullosos y felices por el logro consumado. Mucha mucha más gente en la cima. Domingo de buen tiempo y propicio para subir a la montaña.
Un fin de semana que no ha podido ir mejor. Un viernes noche de disfrutar del encanto de lo decadente de las fiestas de un barrio de LLEIDA, ¿verdad que disfrutasteis algunos?, pero sobre, todo, nuestro finde montañero.
Y es que, hemos descubierto, que JESÚS y yo somos un buen equipo. ¿Que nos perdemos por la carretera? Se va por otros caminos. El paisaje es más bonito cuanto menos principales son las carreteras. ¿Que hemos perdido tiempo? Pues perdemos tomando una cerveza en una terracita de TREMP. Somos los reyes. Por fin abandonamos el coche. Es la hora de comer. En la guía de carreteras de JESÚS he visto viniendo que en un afamado restaurante catalán puedes comer por 145 euros. Nosotros tenemos unas judías verdes de bote, con una lata de atún y recortes de jamón de york. Y de segundo, fuet. Nos habrá costado euro y medio, pero para mí, es insuperable.
Y ya en el refugio. Tres horas de caminata que se nos hacen cortas. Hemos vencido bastante desnivel. Se ha formado una tormenta impresionante. Verla desde el refugio. Ver la noche no caer, sino desplomarse. Oír la nada. El rumor de la cascada que tenemos enfrente. El siseo de las sirgas de metal que atan el refugio al mecerlas el viento. La luz de las velas, una sopa de sobre y una partida de guiñote. El sobre de sopa vale menos de un euro, pero a dos mil metros de altura, es el mejor manjar que he comido jamás. Con todo esto vivido... no puedo dejar de ser feliz durante dos meses.

Y la cumbre. Y allí, mirando difuminarse las montañas de las tierras catalanas, mi mirada de agradecimiento y de cariño por una tierra que me ha acogido ya varias veces y que abandonaré pronto... espero que no para siempre. Y es inevitable el hacer balance. Me acuerdo de muchas personas, de conocidos que se quedaron en eso, de amigos que decidieron dejar de serlo, pero sobre todo de muchas personas a las que he querido de verdad. Me acuerdo especialmente de ORIOL, y de que tenemos en Monte Perdido pendiente.
Y ya poco más. Hay que bajar. Una última mirada. Gracias, Catalunya. Te echaré de menos. Afortunadamente me llevo de ti lo mejor, no de ti, sino del mundo entero, a vivir conmigo a Madrid. Y dejo allá mi último suspiro dedicado al país que de alguna manera me acompañará siempre. Hasta pronto. Fins aviat.