lunes, 1 de noviembre de 2010

Feliz NOCHE DE DIFUNTOS


... Bajaba a las dos de la madrugada de la colina más cercana a mi casa, de tirar las cenizas de nuestras cosas a difuntar. Hacer eso bajo la luz de la luna, deshacerme de tantas cosas que tanto atenazan la vida de personas a las que quiero tanto, es una experiencia hermosa.
Antes, habíamos estado de fiesta. Disfrazados todos con motivos hallowenescos (COKI y RAÚL se llevaron la palma), habíamos roto la maldición que augura que en mi casa sólo caben seis personas, habíamos jugado una espectacular partida de KILLER (¡¡¡se puede jugar en un piso de cuarenta metros!!!), habíamos disfrutado de los juegos y música de DAVID (con la ayuda de mi SISVI desde Catalunya)... incluso habíamos hablado de cosas normales, para romper hielos y conocernos un poquito más.
Entonces cada uno escribió en un papel aquello que quiere hacer desaparecer de su vida. Y, depositándolo en la hoguera, nos desembarazamos de ello. Hubo quien quiso compartirlo con todos, hubo quien no, yo mandé un S.MS. Pero todos tenemos la esperanza de conseguirlo.
Ahora, nuestras caras más negativas flotan ya disueltas por el aire de MADRID. Ceniza que no ha de volver...

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