lunes, 11 de octubre de 2010

Que bote el autobús...

... Como si de una serie de dibujos animados se tratara, los atónitos viandantes vieron a un autobús comenzar a dar botes. Dentro, la fuerza de la fiesta. Señor conductor toque el pito... ¡¡¡Camarerooooo!!! y más repertorios festivos.
Entre tanto repertorio, pasa desapercibido cómo mi amigo el guaperas está a punto de ser apaleado por una chica. Es el mismo guaperas que es sacado después de malos modos del baño de chicas de otro garito.
Por fortuna, no estaba cuando un travelo ferocísimo decide hacerme el tradicional juego de miraditas previo a tratar de comerte el morro. Encuentro refugio en mi primo, y en un grupo de mozos que visionan el espectáculo y se solidarizan con nosotros.
El autobús sigue su camino... Ha salido de la fiesta de la cerveza. Una hora y más de cola, está hasta arriba, entrar con retraso tiene sus ventajas porque te conviertes en el Rey de la Noche y puedes andar mirando a todos los siniestros personajes que la moran. Y que dan un juego que no veas.
Ya en la zona (cómo ha decaído ese lugar, por Dios) te vuelves a cruzar con la guerrera del bus, que continua su sarta de insultos y amenazas... mi primo y yo decidimos coger las alabardas y salir a la caza de algún orco. Nos cruzamos el Paseo. Alguno de mis amigos se inquieta al pasar por la jungla. Venden relojes que a los diez minutos dejas de quererlos. El hombre del bigote blanco sigue siendo un crack.
Hay cosas que nunca cambian. Biba la Pilarica.

1 comentario:

  1. ... Me parece hilarante vr a una chica tratando de explicar a un chico feroz por qué está mal que le toquen las tetas. Me faltó eso en la crónica.

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