sábado, 7 de agosto de 2010

Que las llaves sean maestras...

... Me encantaría que mientras yo escribo estas líneas ROCÍO y DANI estén paseando felices por su ciudad, que es la mía. Pero lo dudo. Otra pareja estuvo allá el 18 del 09 del 09. Supongo que aún les quedarán unos meses...
Hay epidemia, epidemia de tristezas, epidemia de intolerancia y no saber convivir. No hay entorno en el que me mueva que no haya visto, vivido u oído (y si me apuras casi incluso participado) de una pareja que se separa.
Por eso, si dos personas hoy deciden escribir sus nombres y dejarlos para siempre en el centro de ZARAGOZA, se merecen mi aplauso e incluso mi agradecimiento.
El mundo pasará... Quizá ahora mismo DANI esté paseando con ALICIA, o SANDRA, o MARCOS, qué más dará ya. Quizá estos sueños se hayan roto, no me cabe la menor duda. Pero esos sueños quedarán allí escritos para siempre. Porque un sueño en el momento de formularse es eterno e irrompible. Así que nada de miedo a soñar, nada de arrepentirse por los sueños que no salen... Ten un sueño y habrás creado algo eterno.

Me voy a pasear por el paseo de la Constitución. Me sentaré en un banco. Allí estará mi nombre junto al de otra persona. Me sonreiré al mí mismo de hace tantos tantos años. Y pensaré que ha merecido la pena...

1 comentario:

  1. No creo que todos esos nombres tengan porque estar ya separados... de todas formas, estoy de acuerdo con lo de no arrepentirse por soñar. Mientras los sueños duran merecen la pena, y su recuerdo, siempre quedará. Así que como yo dije en mi blog: http://www.estefaniavillarte.blogspot.com/


    A SOÑAR SEA DICHO! SI SE DESPIERTA... PUES YA VOLVEREMOS A CONCILIAR EL SUEÑO!

    ResponderEliminar