lunes, 1 de febrero de 2010

Siempre se puede escapar...


... No he tardado mucho en sentirme de bajón. El trabajo no es lo que parecía, el agobio empieza a hacer algo más que asomar, no sabes cómo sobrevivir y el coche decide sumarse a la lista de bajas. Tu sonrisa, esa que quieres mantener y contagiar a toda costa, se borra, las lágrimas luchan por salir, molestas...
En MADRID está la persona más maravillosa del mundo. La palabra apoyo tiene un sentido, y espero poder hacer algún día tanto como ella está haciendo aquí. Si no hubiera sido por ella estaría mucho peor.
Pero también he tenido la suerte de tener otra medicina. La de pasar el fin de semana fuera. En ZARAGOZA el viernes, LLEIDA el sábado y BARCELONA para el domingo.
Sumemos kilómetros y borremos agobios. Volver a ver mi madre & co, que como nunca lo digo presencialmente, sepan por aquí que se les echa de menos, y el reencuentro con el SR. GROS, el mejor jefe que he tenido. A veces quedan amigos de algún lugar. Como en LLEIDA, que quedan tantos, y tan buenos... qué bueno verlos emborracharse en el que hasta hace pocos meses fue mi salón, participar de la fiesta... Una ciudad pequeña, otra gente. Ahora me doy cuenta de la suerte que tienen de no vivir aquí. Más kilómetros, más agobios borrados, gracias a ALBA, NURIA, ALICIA, PEDRO, ERIK, GERARD, EDU, JOAN... y sobre todo gracias al domingo. Conducir una furgoneta por el barrio de GRÀCIA. Ver la ciudad desde el Parc Güell...
Y sobre todo actuar. Tanta penuria para ganarme cuatro duros, y resulta que en un modesto teatro barcelonés voy a ganarme mucho más que cualquier otro día... y siendo feliz. Disfrutando del teatro, de mi catalán, y de los niños...
Muchos kilómetros sumados. En una gasolinera de la A-2, tantos kilómetros tan lejos, nada de lo que me hace infeliz puede existir ya. Volveré a MADRID y sólo me quedará lo mejor. Mi amor. Mi gata. Y mis ilusiones y ganas nuevas y renovadas. Que dure...

1 comentario:

  1. Dale caña a la vida joder, que parece mentira que seas aragonés, hay que sacar nuestros defectos para convertirlos en virtudes: T-E-S-O-N no hay más.

    Un abrazo, J

    ResponderEliminar