sábado, 28 de diciembre de 2013

El arte soy yo...

... La cantante de jazz se acomodaba en su taburete. El grupo de folk afinaba sus notas. El público demandaba sus últimas consumiciones. Arranca el piano. Arranca el arpa. Nada importaba...
   Tanto una como otros dieron lo mejor de sí. ¡¡¡Los he visto tantas veces!!! Conozco sus canciones, sus gestos, sus debilidades, detecto cuando se cuela alguna imperfección (lo que no hace sino aumentar la magia que ponen cada día en escena).Cada vez que estoy ante ellos, ante ella, siento que se detiene el tiempo.
   Pero en esta ocasión, el tiempo avanzaba inexorable. Tan inexorable como el ruido. El ruido de las voces de quienes compartían conmigo ese animado espacio. Conversaciones. Risas. Charlas en elevado volumen de voz. Incluso había un individuo que nos explicaba cada canción, diciéndonos a voz en cuello cuánto le gustaba.
   La cantante puso carita triste. "Parece que estamos algo fríos," dijo.
   Lo que pasa es que aquí lo importante soy yo. Yoyoyoysolamente yo. Y si voy a un bar y hay un concierto, lo importante no es el concierto. No hay nada más importante que YO, y mi presencia, y todo lo demás es un hilo musical.
   Así se arruinaron dos de los momentos más esperados del año, en mi caso. Por la falta de educación y de interés de las personas por lo que hacen los demás. Me planteo no volver el año que viene. Pero sé que no me resistiré...

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