L10SdlAF.....5=> EL PODER DE LAS METAS

... Pocas horas antes de volver de nuevo a MADRID, puede ser útil el haber leído este episodio. Porque si voy allí, es para algo. Más después de que un par de semanas en ZARAGOZA me hayan convertido en un Zaragozano Empedernido, me hayan hecho disfrutar tanto de cosas que en la urbe son diferentes. Así pues, si sacrificas tantas cosas, que sirva para algo...

5. El poder de las metas

Cuentan que la pregunta que se le hizo a un prisionero de un campo de concentración, en la guerra, fue capaz de hacerle remontar el vuelo y vivir con algo de esperanza.
¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando salgas de aquí?

Muchas veces, muchas, se nos olvida qué es lo que deseamos y soñamos. A veces, especialmente si estás recluido en un sitio de estas características, puede ser hasta normal. Pero otras tantas, el campo de concentración nos lo fabricamos nosotros. ¿Tenemos realmente una razón para vivir? ¿Algo por lo que luchar? Porque si no, más vale que le dejemos el sitio a otro...
Tener un motor en la vida ayuda a que vivas con más entusiasmo. Pero también ayuda a paliar el dolor. Por mucho que esté sufriendo ahora...¡¡¡merecerá la pena si después voy a tener algo bueno!!! A veces más importante que tener bienestar en la vida, para ser feliz es fundamental perseguir metas.

Como manera para fijarnos metas que nos ayuden a vivir existe la TÉCNICA DE LA MECEDORA.
Imaginémonos en el final de nuestra vida, ancianos, sentados en una mecedora. Imaginemos que podemos hacer un balance de los logros alcanzados, los lugares visitados, las personas amadas... ¿Qué nos gustaría recordar? Y eso nos lleva a ¿Qué tipo de persona me hubiera gustado ser?
Sabiendo esto, anota tus metas y recuérdalas cada día. Para que te guíen en el día a día y te ayuden a vivir con entusiasmo. Como estas metas pueden variar, es interesante revisarlas de cuando en cuando, rehacer el ejercicio de la mecedora una vez al año, quizá.

Sea como sea, si cuando soy ese abuelito sigo escribiendo en mi blog, os contaré lo que he recordado... aunque no lo leeréis, pues pienso vivir más de cien años.