domingo, 15 de noviembre de 2009

Temporada 2. Episodio 2.

... Así han denominado mis compañeros de cofradía (la cofradía excursionera que un buen puñado de amigos han formado en Madrid) a esta excursión. Sencillo, las diez primeras (más veraniegas) fueron la primera temporada, y hoy, se ha celebrado la segunda pasada aquella.
Tiene mucho mérito, en una ciudad como Madrid, que la gente encuentre un reducto, un huequecito para tener algo de vida social. Mis amigos son unos artistas porque llevan doce semanas consecutivas haciéndolo.
La verdad es que para mí, acostumbrado a las cumbres pirenaicas... eso de caminar solamente dos horas hasta hacer cumbre pues no es lo mismo. Eso sí, aunque no puedas ver sólo monte (siempre hay un edificio, nunca monte puro), no esperaba ver vacas, que no tenían pinta de estar estresadas a tan sólo 50 kilómetros de las torres del pelotazo de Florentino.
Y aunque no haya disfrutado de la ÁMBAR de la cumbre (principalmente porque tampoco ha habido tal), sí hemos gozado de una minisiesta al aire libre ( y eso en noviembre es un lujo), he conocido un poco más a mis compañeros, las vistas del Monasterio del Escorial son impresionantes y...¡¡¡hemos pasado por el Valle de los Caídos!!! Me gustaría haber podido parar para hacer allí lo que acabo de hacer, ya en el calor de mi casa, pero había que pagar entrada...
Espero impaciente que llegue el próximo domingo en el campo (más que la montaña), y esta vez con la compañía de FANY (aunque ella es lo mejor que me puedo encontrar al llegar a casa).



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