Somos cinco mil (o más)

... No sé si cinco mil o tres mil quinientos. Pero uno se da cuenta de que ya son demasiadas las casualidades, y que a lo mejor no somos tanto una jungla, sino que, aunque grande, podemos ser una familia, una pequeña familia.
Porque vas a rodar una secuencia para una peli, una pequeñísima sesión, y el tío que te han asignao como compañero, resulta de ser LLEIDA, haber trabajado con gente que conoces tan bien, y para colmo ser íntimo amigo del último compañero que has tenido en un escenario.

En un curso, después, te topas con una chica a la que le suenas. Tú no te acuerdas, pero ella te dio la réplica en un casting para una obra de teatro, en Pamplona, hace añitos. No te cogieron. Pero aquí estáis los dos. Y otra compi del mismo curso resulta ser que le sustituíste en su habitación, en uno de los múltiples pisos compartidos que has pisado en tu vida.
Otro chico hizo un casting contigo. Es de tu ciudad y tenéis un buen nexo de amigos comunes.
Y así día tras día tras día... siempre alguien conoce a alguien. Uno se pregunta si es que la red actoral en Madrid es menos compleja de lo que parece o es que a sus años ya ha ido conociendo a mucha gente. Y que quede mucha...