Así que estoy contento de haber empezado de nuevo. De salir de casa a horas de criminales, ir y volver del local de noche, dormir poco, roncar en la furgo, elaborar el preciado ranking de restaurantes, comprar postales...
Empezamos por Barcelona, cerca de LLEIDA. Esta semana iremos y volveremos cada día, pero la que viene ya estaremos por ahí, de turistas. Ayer, al ver una fila de niños de dos años, pequeñitos, todos de la manita, entrando al teatro, no puedes menos que sentirte afortunado.
Así, a estas horas de la madrugada combato el sueño escribiendo estas líneas, antes de volver a la furgo. Buen viaje y buenas sonrisas. Os dejo un poco de rockabilly.
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