... Llevo en tres meses una actividad musical mayor que en toda mi vida.
Tres ciudades, tres genios, una persona especial con quien vivir todo esto...
Empezamos por QUIQUE
GONZÁLEZ. Creo que es el que recordaré siempre (ya habéis leído mi
pastelosa crónica, si no os habéis rendido por el camino). QUIQUE es un creador de magia, de intimidad, de sentimientos. Allí uno se sentía en un club de
blues, hizo más mágico el teatro, si cabe. Creo que fue irrepetible.
Así que quizá fue positivo desintoxicar la cabeza con CELTAS CORTOS. La verdad es que fue el concierto más paranoico que he visto nunca. Me gustaría saber qué sustancia es esa que impide hablar a un ser humano, pero le hace cantar y tocar como los ángeles. Fue uno de los conciertos más divertidos de mi vida. Y qué
vértigo da oír hablar de LA CABAÑA DE
TURMO, lugar que a mí también me trae recuerdos y que quiero que me dé más... Por otra parte, disfrutar de la
hospitalidad y el cariño de mis tíos (saludo, MANOLO) de
MEDINA no tiene precio. Qué grande es
MAYCU...
Y ¿qué
cojones se puede decir de ENRIQUE
BUNBURY? Bestial animal de escenario, un espectáculo en todas las dimensiones, con un diseño de luces y un sonido bestiales.
El cantante más parecido a
HITLER que he visto nunca, capaz de poner en pie a toda la masa con un simple gesto, y
enardecernos como hizo. Fue, parafraseando a
GUARDIOLA, una puta barbaridad.
Cómo gusta ver buena música, por Dios. Espero que pronto vayan cayendo otros viejos objetivos. M-CLAN, MANOLO
GARCÍA,
BRUCE... y otra de HÉROES me encantaría, aunque los sueños... a veces se cumplen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario