
Aparcábamos en el PARQUE DE LABORDETA (qué mejor estreno para esta nueva denominación), paseábamos entre más flores.
ZARAGOZA es mi pasado, y yo soñé que compartía mi pasado con mi futuro, que tomaba café en el LEVANTE, con mi mejor amigo y un perro marioneta.
Soñé que volvía a pisar el Teatro Principal, que el actor que alguna vez actúo allí saludaba al espectador que venía esta noche a disfrutar.
Salió QUIQUE GONZÁLEZ y me pareció un pobre hombre. Yo puedo estar sentado en mi butaca, con la mujer más maravillosa del mundo, que para eso estoy soñando, y tú estás arriba cantando. A mí me jodería.
Soñé que el tiempo se paraba (y una mierda, volaba). Soñé que escuchaba DOBLE FILA, y que esa canción que me ha hecho sufrir tanto (peluqueras y soldados...) ahora la oía en la gloria. Soñé que ella me decía NO SÉ QUE VOY A HACER CONTIGO, y yo me daba cuenta de que nunca, en mi vida, nadie me había mirado así.
Soñé que llovían las canciones y las caricias, hasta flotar, y que salíamos de allí, CON LA LUNA DEBAJO DEL BRAZO, a la luna de ZARAGOZA, y que enseñar mi ciudad siempre me llena de alegría.
Mi sueño tocaba a su fin, y me dormí (sueño dentro del sueño), hasta amanecer en mi cama, bañado en SALITRE.
Un sueño maravilloso. Como para no despertarse...
No hay comentarios:
Publicar un comentario