... Tomando unos pinchitos en un bar de HUESCA, mi buen amigo CARLOS tropieza, se desliza por su asiento y cae al suelo.
Hay estrépito, se vuelve todo el bar, y él derrama un vaso de vino que me estaba bebiendo yo por el suelo.
Puede que se manche y puede que se haya hecho daño. Pero él se levanta riendo, sin expresar un mecagüenlaputa, sin limpiarse violentamente, sin aspaviento ni medio. Sigue con su sonrisa y ni de lejos permite que un incidente así le arruine la noche.
Quizá por eso lo quiero tanto. Porque si sale algo mal me río, qué le vamos a hacer. Porque en esta vida lo único que quiere es ser feliz, y le pase lo que le pase, sea grande, o pequeño, impedirá mientras pueda que se le apodere. Gracias por enseñarme tantas cosas, artista...
martes, 23 de junio de 2009
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te amo mi vida... no digo más... jijijiji AZUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCAR!!!!!! lalilolaaaaaaaaaaa
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