
Entonces, me acomodo en una valla para ver pasar al pelotón. Me informan de que están a la altura de Villanueva de Gállego. Pasan coches. Motos. Camiones. Caravanas. Guardia Civil. Policía local. Publicidad. Markéting. Cámaras. Durante veinte minutos toda clase de vehículos.
Durante tres segundos pasan los ciclistas.
Así es la vida. Esperamos, esperamos, esperamos el tiempo inacabable para vivir un momento precioso. Y de repente ha pasado y ya lo estamos recordando. Bienaventurados los que sepan vivir en el presente... porque para cuando les ataque el alzheimer, con eso se habrán quedado.
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