martes, 26 de abril de 2011

Jueves Santo, o EL DÍA DEL AMOR...

... Inicio aquí una serie de cuatro posts rememorando los días que he pasado, tres años después, en compañía de los Hermanos Franciscanos. Toda una inyección de aire fresco a estas páginas, jajajaja. Trataré de profundizar un poco en el sentido de cada día...


El Jueves es el día del AMOR FRATERNO. Es una hermosa manera de empezar una Pascua. Realmente es cierto. Es curioso estar rodeado de tantas personas desconocidas, y sentir una vibración de amor tan grande. Son cosas que no se pueden expresar con palabras...
Pero si ese amor tan grande existe... ¿por qué darle la espalda? Uno llega a la conclusión de que para lo único que venimos a este mundo es para amar. Al cercano, al lejano, al desconocido, a uno mismo, a Dios... Amando, si todos amáramos, el mundo sería otra cosa.

Pero qué bucólico y qué hermoso es decir que amamos, que se nos llene la boca de amor, proclamarlo a los cuatro vientos o a la más sincera intimidad... El amor no sirve de nada si no se materializa. El amor lleva a obrar. En nuestro caso, lo reflejamos con el LAVATORIO DE LOS PIES.
Pocas cosas podían ser tan rastreras en la época de Jesús como lavar los pies a otro. Esa es tarea de esclavos... Pues bien. Jesús lo hace. Parece una locura... Un amor tan inmenso que te lleva a abajarte, a ponerte al servicio del otro, de tal manera. Pero no nos confundamos. No te humillas por humillarte. Simplemente, amas tanto, que no existe la humillación.
Es una obra, sí... Pero nada comparado con lo que supuso dar la vida por nosotros. Por amor también. Esto quizá nos quede algo lejos... Pero volvamos a nuestros pies.
En unos tiempos en los que parece que tenemos que ser MÁS que otros, cuidarnos sólo a nosotros mismos, y no estar por debajo de nadie, el hijo de Dios se pone abajo del todo. Flipante. Difícil de entender. Difícil de seguir. Amo mucho, y a muchas personas, y me cuesta tanto estar a su disposición, cubrir sus expectativas, tratar de hacerles felices... No estoy al nivel de Jesús, pro recuerdo alguna vez que he experimentado algo parecido, el amar tanto a alguien que lo das todo por esa persona... Y es un AMOR así, con mayúsculas.
Pero cuando ves su rostro agradecido, o cómo ese amor crece, merece la pena todo. Ojalá todos estuviéramos dispuestos a lavar los pies de los demás. Quizá entonces no habría más pies que lavar...


sábado, 9 de abril de 2011

No quiero...

... no quiero ser un sabio. Quiero ser capaz de aprender y aceptar mi propia ignorancia.

No quiero los mejores amigos del mundo. Quiero a los que tengo, y a ésos que están por venir.

No quiero tener mi vida bajo control. Quiero zambullirme y rozar el agua de cada maravillosa ola de interrogantes.

Quiero desear sentarme cuando camine. Y desear caminar cuando esté sentado.

No quiero a la mujer de mi vida. Quiero que tú me quieras.
No quiero ser un triunfador. Quiero no medir triunfos o fracasos. Quiero quedarme sin brazos de tanto abrazar.
No quiero ser fiel a mis principios. Quiero que mis principios sean hermosos.
No quiero ser un líder. Quiero ser yo.
No quiero morirme.

lunes, 4 de abril de 2011

¿Seguimos adelante?


... Últimamente ha habido personas que me han dado un toque por el vacío al que tengo sometido a mi blog. El hecho de que sean personas a las que quiero bastante, y procedentes de muy diversos ámbitos de mi vida, me ha hecho recapitular.

Llevo una temporada que no sé qué sentido darle a esta ventana. Pensé en cerrarla. ¿Los motivos? Son varios y ninguno... No solamente esa cualidad CHORCHÍSITCA de que las cosas tienen fecha de caducidad (relaciones, ciudades, amistades, ejem, no voy a tirarme mierda hoy, que es una especie de primer día. Lucho contra ello.)

Un motivo ha sido el toparme (con algunas personas nuevas) e ir descubriendo en otras un concepto de la privacidad bastante diferente al que siempre he tenido yo. Hace poco vi cómo un amigo se borraba su cuenta de facebook porque otro amigo le había puesto en una foto. Hoy en día es más difícil tener un secreto que un amigo.
Debería, por tanto, hablar más de mí, pero quién soy yo si no es en interacción con un puñado de personas a las que adoro. Y tampoco ahora me siento muy motivado para compartir algunas cosas. De un tiempo a esta parte he vuelto mis ojos para dentro y estoy mirando un poquitín más a mi interior.
Otro recurso es hacer crítica, de las cosas que veo, o actitudes que no me gustan, esas cosas feas del mundo en que vivimos, pero ya lo dijo alguien a quien deberíamos hacer caso un poco más... No juzguéis y no seréis juzgados. Por aquí capaz que me salve, porque si de algo no adolezco, gracias a Dios, es de autocrítica.

Veremos... Me veo con ganas. Sé que estas páginas han sido herramienta también de mi crecimiento, de poder sacar adelante mi vena frustrada de periodista, de hacer que personas que no me ven a menudo puedan tenerme un poco más cerca...
Me veo con ganas y motivado, volviendo un poquito a ser yo, si bien un yo distinto. Gracias por leerme, si es que aún estás aquí...