miércoles, 18 de mayo de 2011

DOMINGO. El día del piñón

... Ya deberíamos saberlo. El cielo, aunque negro, está lleno de estrellas. Alguien dijo antes de irnos, que sería hermoso llevarse a casa, a MADRID, a VALENCIA, un trocito de nuestro bosque, de nuestra ilusión.
Así, nos pusimos dicho y hecho. Nos armamos con un buen puñado de piñas de nuestro bosque, y cada uno recibió la suya. Piña-piñón. Ahora, cada mañana es una buena oportunidad de pensar un poquito nada más despertar. Arrancas el piñón de la piña (ojo, no despiertes a BOB ESPONJA), y te propones por qué va a ser un día de lujo. Dónde sentirás el amor que has sentido estos cuatro días, dónde verás a Dios resucitar, dónde renacerá algo nuevo, algo mágico, dónde sacarás lo mejor de ti mismo...
Volver la vista atrás y ver que, a mitad de piña, las cosas están tan repartidas, es realmente emocionante. Lugares tan diversos como Tres Cantos, Vallecas, San Andreu de la Barca, Moratalaz, Torrejón de Ardoz, Castiello de Jaca, Zaragoza, Colmenar, Artesa de Segre... Lugares tan extravagantes como la casa de una ex-novia, o un cuartel de la Guardia Civil, o una peluquería... y los que quedan por repartir. Gracias a todos por hacerme soñar.
Y si, lector, recibes un piñón de aquí a unos días... ya sabes que, de alguna manera, te quiero. Mua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario