jueves, 23 de diciembre de 2010

Feliz, cojones, feliz...

... He decorado mi casa. No tiene ningún sentido. No, si no soy capaz de engalanar mi corazón.
Hoy ha sido el día de la Lotería. Un año más, no ha tocado. Cada Navidad parece ir a peor. La Nochebuena pasada la pasé ¿recordáis? en un parque, sin ganas de nada, después de haber puesto fin a la relación de mi vida.
Parece que somos de un club a los que se nos estropean estas fechas. Yo me acuerdo de navidades multitudinarias, hasta con pelucas de Maradona y botellas de champagne de seis litros, de una familia grande y unida... Ahora la gran fiesta se la van a montar muchos entre las nubes, y aunque me muera de ganas de veros, no pienso ir este año con vosotros, ni espero que en muchos.
Así que me va a tocar hacerlas en tierra. Y digo yo, que va siendo hora. Va siendo hora de vivirlas en condiciones, para luego no andar uno lastimeando en el blog. Así que uno repasa lo que le han contado desde crío para estas fechas. La palabra es algo así como AMOR, PAZ y PERDÓN.

Y yo me pregunto... ¿vamos bien de eso? ¿Amo? ¿Amo en condiciones? ¿Si lo hago lo expreso? ¿Si lo expreso lo demuestro? ¿Vivo un amor teórico o está refrendado por hechos? Si amara 100% me sentiría en Paz. Una paz tan grande que no podría turbar nada. Ya pueden hacer, que el Perdón está asegurado.
Así que... igual es momento de tener, por fin, unas buenas Navidades... Y qué cojones. Ya que nos ponemos, para qué terminarlas. Amor, Paz y Perdón. No parece mala receta...

1 comentario:

  1. ... Alguien maravillosérrimo ha enviado este poema al blog...

    Ya está el niño en el portal
    que nació en la porteria,
    San José tiene taller,
    y es la portera Maria.

    Vengan sabios y doctores
    a consultarle sus dudas,
    el niño sabelotodo
    está esperando en la cuna.

    Dice que pecado es
    hablar mal de los vecinos
    y que pecado no es
    besarse por los caminos.

    Que se acerquen los pastores
    que me divierten un rato
    que se acerquen los humildes,
    que se alejen los beatos.

    Que pase la Magdalena,
    que venga San Agustín,
    que esperen los reyes magos
    que les tengo que escribir.

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