lunes, 20 de diciembre de 2010

Dos hombres en VA - LENCIA

... Si se hace una comparativa de mi crónica de la EXPEDICIÓN URBANA DE 2009 y se lee este post, uno puede pensar que las cosas han ido empeorando. Nada más lejos de la realidad...
Subí a un coche que conducía alguien a quien ni siquiera conocía cuando estuvimos en DONOSTI. Del grupo, no vino nadie... diferentes lejanías nos fueron comiendo el terreno y cuando quisimos reaccionar, tal vez fuese tarde... El caso es que subí a ese coche con sensación agridulce. Pensando en que éste era un viaje de mi pandilla y lo iba a compartir con un cuasi perfecto interrogante.
Pero lo bueno de los interrogantes es que se abren, y se descubren. No habíamos salido de la Comunidad de Madrid que ya estábamos enfrascados en una conversación de alma a alma. Y fueron 340 kilómetros... La primera noche se podría denominar estándar. Una cenita (no vuelvo a salir a cenar el viernes de las cenas de empresa), y una salida nocturna.
Uno debería cambiarse de ciudad de vez en cuando. Por los abuelos a los que acompañamos al portal, por las chicas que conocimos en los bares, por la dueña de los dálmatas... Porque uno se siente viajero y saca lo mejor de sí. Porque hasta en las ferias anduvimos...
Pero lo mejor de nosotros lo sacó el mar. Esa eterna tarde de sábado mirando el agua, la arena, caminando por ella, en silencio. Teniendo presente a varias personas que no estaban, cantando... ¿por qué no me llevé la guitarra?, dejando notas de amor en la arena, pensando en Dios... Carreras por la arena, fotos en movimiento. La paz.
Pero lo mejor estaba todavía por aparecer. Fuimos a Misa. Sí, sí, a Misa. IGNACIO DINNBIER sigue siendo el sacerdote capaz de crear más magia que conozco. Lo reconozco, juegas fuerte, diciéndole a un colega de expedición: he quedado con un amigo, es cura y da misa a las doce. De repente, volví a estar en aquellas comunidades, parecidas, seguro, a los primeros cristianos, con el alma ensanchada. Brotaron las lágrimas. CLARA, SILVIA y ANTONIO. Las tres personas que me han visto llorar este año. Las tres personas que han compartido conmigo mi lado más íntimo. (Hablo en individual, porque LAURA y DAVID lo hicieron en grupo). Las personas capaces de haberme emocionado hasta el límite. A una de ellas le pediré que lo siga haciendo.
Pero estoy desbarrando. Que después de aquella celebración, VALENCIA parecía un lugar lleno de luz. Y la Ciutat de les Arts i les Ciencies. Y la horchata más dulce.

Me he dado cuenta de que me cuido poco. Que pienso mucho en los demás y poco en mí. Que necesito más soledades, más playas de VALENCIA, más encuentros así y más contemplar. Quiero llevarme esto de este viaj
e. Se lo dije a ANTONIO, y os lo digo a vosotros. Quiero darme y compartir el triple de lo que lo hago. Quiero dar mucho más a los demás, pero eso pasa por tener un yo mucho mejor, y cuidarlo más. Me parece un bonito objetivo.

Por cierto, próximo destino, SANTANDER... Iré en 2011 e iré en 2012. Y me encargaré personalmente de que las dos veces sean geniales...

2 comentarios:

  1. Que bonito Chorche!!últimamente ando pensado lo mismo que tu...me cuido poco, pienso poco en mi. Y para poder dar lo mejor de ti a los demás tienes que estar al 100% contigo mismo. Si tu eres feliz y estas a gusto, los demás lo notaran. Cuesta, pero ¿qué no cuesta? a mi también me parece un bonito objetivo, a parte de necesrio. Cuidate y quierete!! 1 beso enorme!

    ResponderEliminar
  2. Chorche!!
    Que bien lo pasamos. Y que especial.
    De principio a fin.
    No has puesto que "convencimos" a las chicas del bar la Huella (en especial la de rojo que me tuvo loquito jaaa ja) y cuando teníamos el balón delante de la portería con el portero superado decidimos no marcar. Unos caballeros. Ja ja.
    Que dos buenos momentos de sintonía con todo tuvimos en el mar y paseando el domingo.
    Guauuu!!!
    Gracias Amigo.

    ResponderEliminar