lunes, 13 de septiembre de 2010

Que alguien me compre un cerebro...

... Diez de septiembre de 2010. Escasos minutos para que el AVE procedente de Madrid Puerta de Atocha con destino Barcelona Sants, efectúe su salida. Cuando digo escasos minutos, no digo ocho, ni cinco, tres a lo sumo.
Un pasajero blasfema. Coge sus cosas y sale del vagón a toda velocidad. Corre. Sin dejar de correr, habla con la azafata. "- Me he dejado el portatil en el bar." - Ella le dice que hable con el supervisor. Después de subir al galope las escaleras mecánicas en contradirección, de suplicar al supervisor en la puerta (todo esto sin dejar de correr), de subir hasta el bar y comprobar aliviado que su ordenador sigue allí, de agradecer su honradez a la chica que come en la mesa donde se encuentra el aparato, darse la vuelta, bajar corriendo de nuevo y entrar, minuto y medio después de la blasfemia, al vagón, después de todo eso, el pasajero se desploma literalmente sobre su asiento.
Ve alejarse Madrid en la distancia y piensa que se va a morir. El corazón le duele, le aprieta, y el aire acondicionado no ayuda.

Ve pasar LLEIDA a lo lejos. Tendría que ser su destino, pero no. Antes vamos a Barcelona. Le cuesta unos cuarenta euros más (sin contar con volver después a la ciutat del Segre), pero es que el viaje está combinado. Un mail y una preselección, un casting en perspectiva, en Barcelona. Hace ilusión. Tanta que, cuando el pasajero del AVE llega al local, no se difumina su sonrisa al ver que hay alguien cerrando la puerta. -" Disculpe," - dice con educación, -" pero tengo un casting hasta las seis y son las seis menos cinco." - Pero le responde el cancerbero: -" No muchacho. Tu casting acababa a las cuatro. Las 16 horas son las cuatro, y no las seis." -
Acongojado, busca un cyber. Mira el correo. Es verídico. El casting acababa a las cuatro. Recibe las primeras carcajadas vía facebook. Este pasajero es el mismo que se dejó las llaves del coche dentro ¡¡¡dos veces!!! en dos semanas consecutivas. El mismo que olvidó las llaves de LLEIDA en MADRID hace una semana y tuvo que dormir en el local. El mismo que tantas y tantas y tantas cosas así...

El mismo que os pide hacer una colecta y, entre todos, compradme un cerebro, por favor. Lo voy a agradecer...

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