martes, 24 de marzo de 2009

Quién hace los milagros

... Esta semana tenía pensado hablar de la Quiniela que he acertado, por primera vez en mi vida, 10 aciertos, y que me hace cobrar la ridícula cantidad de un euro, ya que la jornada ha sido de lo más predecible, y se ha llevado pasta hasta el apuntador.

Lo que no sospechaba es que yendo por ahí con una compañía de teatro íbamos a acabar haciendo una visita al Santuario de la Virgen de Lourdes. Qué pinta una furgona llena de gente peluda, de izquierdas, independentista y atea en un lugar como éste. Cuanto menos, pintoresco.

Resultaba divertido ver a gente que no destaca precisamente por su cualidad de creyentes (que incluso alguna vez flipan cuando yo saco a relucir la mía), verlos deambular, digo, completamente emocionados por el santuario, disfrutar, sentirse extraños, ver que algo les llenaba.

El lugar, desde luego, transmite algo. No sabría decir el qué. Pero sí hay una corriente de paz, otros dirán de energía, de amor algunos y estaremos de acuerdo, incluso habremos los que hayamos sentido a Dios estando allí. Hay algo que te limpia y te hace sentir diferente por dentro, dicen que esto pasa en algunos lugares de culto repartidos por el mundo, sean del rito que sean.

Lo que ha hecho famoso este lugar son sus milagros. Lamento decepcionar, no me he vuelto guapo de repente al entrar, ni me he convertido en un ser mejor, ni nada por el estilo. ¿Existen los milagros? ¿Puede alguien, llámese Dios o Raticulín, interferir el funcionamiento normal de las cosas, realizar algo inexplicable, algo que quede más allá del control de nuestra mente? Como ser humano que soy creo que mi conocimiento es limitado así que... ¿por qué me voy a reír ante la posibilidad de que Alguien pueda estar más allá? ¿Acaso sólo existe lo que yo puedo conocer? Qué mundo tan pequeño entonces.

Dicen que la fe mueve montañas, y que milagros ha habido, y habrá. Pero no creo que todo el mérito sea de Dios. Detrás de todo milagro hay alguien que quiere creer, alguien que sueña, que lucha, que se moviliza con todas sus fuerzas en pos de aquello que persigue. Quizá ése sea el verdadero milagro, desde luego para mí es el ingrediente fundamental para que éste se produzca. Así que recemos lo que sepamos, pero a ver si en eso incluímos el poner todo de nuestra parte. De lo contrario, ya haría días que me habría tocado la Primitiva...

5 comentarios:

  1. A mi la sensación que me transmitió el santuario de Lourdes fué de un mercado de la fe, que se rie de la gente. Como creyente me cabreó

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  2. Hola Jorgito. Confirmada mi asistencia el viernes a tu casa. Antonio.

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  3. wenasss!

    tengo un encargo para ti, tienes que hacer una foto de los pavos k con las prisas de envolver-lo no he podido hacer i me gustaria tener el resultado, siempre me pasa lo mismo... jejejeje

    salut i força!

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  4. "Estimado" Sr. Churruspas, si es así como se llama. Por una vez le daré la razón en que hasta un grupo de escorias sociales, como las personas que usted describe, o de falsos creyentes, como usted, puede sentirse abrumado por la grandeza de Cristo y el ejemplo de su sacrificio cristalizado en las gentes. Los milagros no son regalos del Señor para afortunar a simples que juegan a la lotería, los milagros son misteriosos y ocultos y se producen todos los días en nuestra propia vida. El que a usted le toque la lotería o la primitiva es una casualidad, y créame, ni los milagros verdaderos ni la fe tienen nada que ver con ello.

    Creo que debería seguir en su labor de proselitismo teatral anarquista donde por lo menos verá algún fruto en comparación con su labor teológica.

    Aprovecho para saludar y contestar a Doña Nieves que tuvo la bondad de recomendarme que "abriera la mente" en mi último comentario de este diario. Doña Nieves, le agradezco su recomendación por lo que me permitirá que yo le recomiende dos cosas. La primera que cuide su ortografía,puesto que quien realiza semejantes atentados a la lengua no merece credibilidad alguna como persona pensante, y la segunda, que acuda a los lugares de culto con la actitud del humilde penitente y no la del contable que se fija en el precio de las cosas que no lo tienen.

    Afectuosamente,

    Natalio Alonso Martínez

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  5. Natalio usted con su narrativa es el que no merece credibilidad, además prefiero 100.000 veces a un churruspas que a un ultra católico como lo es usted, vaya a un especialista anda (que como psicóloga analizo sus escritos y me aterran), que no se puede ser tan radical y encima ir metiéndose con el personal por menos de nada, además gente que ni siquiera conoce.
    Deje el opus, legionarios o a lo que quiera que pertenezca usted que se le ve el plumero
    Saludos

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