El amor que quiero...

... Homanejeo con el título al blog de donde he sacado la imagen (hacer una búsqueda de imágenes que diga AMOR ANCIANOS y podréis leerlo si así lo deseáis).
Esta mañana, al salir del teatro, he visto a una pareja de ancianos paseando al sol por el callejón que daba ala puerta de atrás. Decir que tendrían noventa años es pintarlos como jóvenes. Ella no andaba, se arrastraba a duras penas. Él caminaba un poco mejor, pues cometía la heroicidad de poder enlazar cinco pasos seguidos sin pararse a respirar con dificultad.
Les he dicho bon dia, y me han devuelto el saludo añadiendo una sonrisa. Una sonrisa cálida, de verdad, no de esas sonrisas por compromiso que tanto abundan a día de hoy.
Imagino que para ellos no hay mejor lugar en el que estar que el sofá de su casa, o la cama, quizá ni en este mundo ya, pues la palabra descansar tendría más sentido que nunca. Pero que nadie les quite su media horita diaria de sol.

Llevo toda la tarde pensando en ellos. En cómo él la miraba a ella, en la paciencia con la que se ayudaban a caminar, en lo poco agradable que tiene que ser tocar, besar, acariciar, un cuerpo tan gastado, tan viejo.
Es fácil ahora, facílisimo, amar a FANY. Es difícil llevar el amor hasta el extremo, hacer de tu vida el regalo de cada día para la otra persona, y hacerlo sin perder la esperanza, la sonrisa y la ilusión.
Ojalá algún día pueda ser como ellos.